martes, 10 de marzo de 2009

Crucitas y el agua: respuesta al Señor Viceministro

Crucitas y el agua: respuesta al Señor Viceministro
Nicolás Boeglin
Profesor de Derecho Internacional, UCR

(Texto completo)


Quisiera referirme a los puntos esbozados por el señor Viceministro del Ambiente (Foro, 27/02/ 2009) en su reacción a un artículo mío sobre Crucitas.

Todos los hechos, documentos y citas que aporta el señor Viceministro se refieren al Estudio de Impacto Ambiental (EIA) presentado para el proyecto original en el 2002 y aprobado por la SETENA (diciembre 2005). En ningún momento hace referencia alguna a estudios hechos con posterioridad a diciembre del 2007 cuando es presentada la “ampliación” del proyecto Crucitas. Recordemos que inicialmente el proyecto preveía una profundidad de 7 a 10 metros (extracción del material llamado saprolita) sobre unas 126 hectáreas; pero que en diciembre 2007, se decide en un “Anexo” reducir la extensión de superficie, pero multiplicar por más de 6 la profundidad de extracción (hasta 75 metros), duplicando así el volumen de material extraído.

Aún en el proyecto inicial, con un máximo de 15 metros de profundidad, geólogos de la UCR habían cuestionado el EIA y advertido que “un proyecto minero como el aquí analizado debe ser estudiado desde una perspectiva real del alcance de sus impactos, esto es, como mínimo, en el ámbito de la cuenca hidrográfica donde se localiza. Y no se trata de localizarlo únicamente dentro de microcuenca en donde se ubica, sino dentro de la Subcuenca tributaria del Río San Juan donde se circunscribe el Proyecto minero” (Expediente SETENA 129-02, estudio UCR, folios 1237-1249).

Más llamativo aún, SENARA, entidad pública que vela por las aguas subterráneas, nunca fue solicitada para realizar un estudio de campo y realizar un diagnóstico en la zona de Crucitas. Su oficio (ASUB023-07) de enero del 2007 que consta en el expediente Crucitas en la SETENA (Folios 3885-3886) indicaba incluso la necesidad de contar con estudios hidrogeológicos inexistentes a la fecha. Si ya SENARA considero que eran necesarios estudios para una profundidad de hasta 15 metros, en enero del 2007, ¿ no debieran de serlos más aún para una de 75 metros ?

El nuevo proyecto presentado en diciembre del 2007 no ha dado lugar a un nuevo EIA integral, pese a modificar por completo el patrón de impactos ambientales en esa húmeda zona fronteriza. El señor Viceministro se “sorprende” por permitirme yo escribir “que la Setena hizo caso omiso del factor hidrológico y de sus implicaciones para la cuenca del San Juan”. Debo confesar que no es el único sorprendido. Al menos, ya somos dos, incluso creo que somos más.

No desconozco “que, antes de la aprobación de EIA, se invitó a los nicaragüenses a la audiencia pública convocada por la Setena, también se contrato un equipo de profesionales, que con carácter de auditoria profesional, revisaron minuciosamente los documentos aportados por la empresa”. Pero si desconozco un ejercicio y una minuciosidad similares con posterioridad a diciembre del 2007cuando se modifica totalmente el proyecto al duplicar el volumen de material extraído y multiplicar por 6 la profundidad de extracción.

El que la SETENA no cuestionara un estudio hidrogeológico indicando que “el flujo de aguas de este acuífero no corre en dirección al Río San Juan” ya no resulta tan sorprendente, considerando otras sutiles extrañezas avaladas a veces por la SETENA en otros EIAs, (por ejemplo, la existencia de pelícanos en Siquirres, especie desconocida en la zona, o la confusión entre pastizales y manglares en Parrita). Las afirmaciones de expertos citados por SETENA sobre la inexistencia de riesgo recuerdan las que quedaron plasmadas en comparecencias ante la Sala IV en mayo del 2005 sobre un proyecto minero (Bellavista) que también la SETENA consideró en su momento como “seguro y sin riesgos”: en octubre del 2007, la mina colapsó estrepitosamente (sin que, por cierto, a la fecha el MINAET haya realizado un estudio sobre el posible impacto de esta anunciada catástrofe ambiental).

En cuanto a “comprometer la soberanía”, ciertamente, este proyecto minero la compromete desde la perspectiva internacional, y muy gravemente, al exponer de semejante manera al país.

http://www.nacion.com/ln_ee/2009/marzo/07/opinion1897189.html

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